En un mundo saturado de información, donde el conocimiento superficial abunda pero la comprensión profunda escasea, una técnica creada por el premio Nobel Richard Feynman se ha convertido en la herramienta favorita de científicos, ejecutivos y estudiantes para dominar verdaderamente cualquier tema. Este método, probado en universidades como York y adoptado por plataformas educativas líderes, desafía la educación tradicional: no se trata de memorizar, sino de entender hasta poder explicarlo con la sencillez de una conversación.
La esencia de la técnica Feynman es tan poderosa como simple: si no puedes explicar un concepto en términos que entendería un niño de 12 años, es que realmente no lo has comprendido. El físico, conocido por hacer accesible la compleja mecánica cuántica, diseñó este sistema para destilar ideas complejas eliminando jerga innecesaria y centrándose en los principios fundamentales. «El primer principio es que no debes engañarte a ti mismo», solía decir Feynman, «y tú eres la persona más fácil de engañar».
El proceso transformador consta de cinco etapas: seleccionar el tema, explicarlo en lenguaje llano (revelando vacíos de comprensión), investigar las lagunas identificadas, simplificar aún más la explicación y finalmente crear analogías que conecten con conocimientos previos. Estudios demuestran que este enfoque activo triplica la retención a largo plazo comparado con métodos pasivos como releer apuntes. Empresas tecnológicas como Google y Amazon lo usan para entrenar equipos en conceptos complejos, desde inteligencia artificial hasta estrategias de mercado.
Lo revolucionario del método está en su universalidad. Médicos lo aplican para dominar procedimientos quirúrgicos, escritores para estructurar novelas, y hasta niños lo usan en escuelas innovadoras como las Montessori. Plataformas educativas como Coursera reportan que estudiantes que emplean esta técnica completan cursos con un 40% más de éxito. No es un atajo mágico —requiere esfuerzo y honestidad intelectual— pero garantiza algo invaluable: aprendizaje real versus ilusión de conocimiento.
En la era de la infodemia, donde la desinformación campa a sus anchas, la técnica Feynman emerge como antídoto. Más que un método de estudio, es una filosofía que premia la curiosidad genuina sobre la repetición vacía. Como demostró el genial físico, el verdadero dominio no se mide por lo que acumulas en la memoria, sino por lo que puedes crear, conectar y, sobre todo, enseñar. Quizás por eso, décadas después de su muerte, su legado sigue transformando mentes: desde aulas escolares hasta los laboratorios más avanzados del planeta.
¿Qué hacer con la imagen de un ídolo y cómo superar las ideas supersticiosas que le atribuyen un poder exclusivo de Dios?
Por Carlos Zapata
El culto a la Santa Muerte es contrario a la fe cristiana. Entre otras, la razón es que se le atribuyen características exclusivas de Dios a un ser, convirtiéndolo en un ídolo e incurriendo en lo que las sagradas escrituras prohíben por ser idolatría.
Aunque muchos logran separarse de ese culto, algunos siguen temiendo posibles represalias del supuesto ser en caso de que decidan eliminar la imagen que le representaría. Al respecto, el padre José Alberto Medel, responsable de Liturgia en la Diócesis de Xochimilco en la Ciudad de México, brinda una amplia orientación y señala qué hacer en estos casos.
“Algunas personas que en algún momento de su vida estuvieron ligados al culto a la mal llamada Santa Muerte es qué hacer con las imágenes que la representan, porque existe la creencia de que este supuesto ser es tan vengativo que si atentan contra su imagen les vendrán calamidades o castigos”, menciona el sacerdote.
Tres claves fundamentales
En este marco, brinda tres recomendaciones especialmente importantes. Entre ellas, hace énfasis en la necesidad de comprender que el tal ser no existe, de modo que no tiene poder. Luego, en la relevancia de eliminar físicamente la imagen que habría de representarle. Lo explica detalladamente a continuación:
No hay quién se vengue. “Lo primero que debemos decir es que lo que allí está representado simplemente no existe, no representa a nadie. La muerte no es una persona, la muerte no es un ser, la muerte es un acontecimiento, es el fin de la vida; por lo tanto, no hay un ‘alguien’; y si no hay un alguien, no hay quién se vengue o mande maldiciones”.
No se debe incurrir en idolatría. “La segunda cosa que debemos tener en cuenta y el peligro que hemos de evitar es la idolatría”. Es grave “pensar que un objeto en sí mismo, que una cosa, una escultura, una pintura, una fotografía en sí misma tenga poder. Ni siquiera las sagradas imágenes que representan al Señor, a la santísima Virgen, o a los santos tiene algún tipo de poder. Las cosas son objetos, por lo que representan merecen nuestro respeto o nuestro repudio, pero pensar que la cosa que toco tiene algún tipo de poder, eso es idolatría”.
Se debe eliminar del corazón. “Antes de pensar en si tirar o no a la basura (la imagen), de lo primero que se tienen que librar quienes tienen este miedo es precisamente de esa creencia supersticiosa que está en el fondo de su corazón. Eso es lo primero, porque de nada servirá cualquier explicación si primero no se liberan de esa creencia que sí tienen ahí.
El padre José Médel insiste en que quienes piensan: “¿Y si le hago algo y me pasa a mí algo?” es porque se algún modo están confesando “que tienen esa creencia en el fondo de su corazón, aunque digan que ya no creen o que ya no la veneran o la adoran o la siguen”.
¿Cómo librarse de ideas supersticiosas?
En tal sentido, reitera que “es muy importante primero liberarnos de esto. Y la liberación de estas ideas” se logra “catequizándonos, formándonos, renovando nuestra fe, convirtiéndonos, confesándonos, participando habitualmente de la eucaristía y haciendo oración”.
“Así nos vamos liberando de las supersticiones y de cualquier otro tipo de miedo, porque precisamente confiar en la misericordia y en el poder de Dios no nos hace temer”, sostiene.
Entonces, indica, “estaremos convencidos de que no va a pasar nada (malo), porque lo que está ahí representado no existe y fácilmente lo podemos romper y echar a la basura”.
“Ahora bien, si alguien, como un símbolo de su auténtica ruptura con esas creencias idolátricas o supersticiosas, de veras quiere hacer algo simbólico pues que vaya ante una imagen de Jesús crucificado y allí la rompa”, señala el sacerdote.
Sugiere en este aspecto que al romperla podría decirle a Jesús: “Ya no creo en esto que aquí en tu presencia destruyo, porque así lo he destruido ya en mi corazón”.
“Sencillamente deberíamos deshacernos de esas cosas destruyéndolas y echándolas a la basura, que es donde deben estar, en la basura física”. Pero, sobre todo, insistió, sacarlas de nuestro corazón y echarlas lejos de nosotros. En contraste, invitó a “crecer en el amor y en la confianza de Dios” que nos liberan de las ideas supersticiosas.
Oración para deshacernos de una imagen de la “Santa Muerte”
Reconociendo Señor, que por error o ignorancia, he adorado ídolos que no me acercan a ti y me alejan de ti, fuente de amor verdadero y de vida plena, me deshago (o destruyo) esta imagen idolátrica, volviendo a ti mis ojos y mi corazón: “Ya no creo en esto que aquí en tu presencia destruyo, porque así lo he destruido ya en mi corazón”.
Consiente de tu amor y libre de temor, pues no rechazas a quien se alejó de ti y vuelve con el corazón a la vida, sin esclavitudes, Señor, me has enseñado a mirarte a ti, Dios verdadero, que no castiga, sino que me acoges y me abrazas tiernamente.
Lleno de confianza, sé que al destruir “imágenes hechas por manos humanas”, estas no pueden castigarme ni causarme ningún mal, de ningún tipo. Tú, Señor, que podrías castigarme no lo haces, los ídolos no tienen poder sobre mí, son basura, sólo tú Señor, y no lo haces porque eres misericordioso y compasivo.
Aleja de mí el temor y todo miedo, ante cualquier amenaza supersticiosa en que he caído y, de tu mano, me has levantado y me has tendido la mano y levantado, como un hombre libre, ¡un hombre nuevo!
Se presentó la final de NASCAR México Series que se correrá en el Autódromo Miguel E. Abed de Amozoc, Puebla, el próximo 9 de noviembre en donde se conocerá al campeón de NASCAR México Series y de Challenge Series.
Humberto García, Director Operativo de NMS, inició manifestando el agradecimiento al Ayuntamiento de Puebla, encabezado por el Presidente Municipal Pepe Chedraui, por todo el apoyo para hacer posible esta competencia e invitó a ver un video de la ciudad de Puebla, una sede increíble que nos recibe con los brazos abiertos.
Habló también que habrá una serie de eventos previos de los cuales pueden enterarse a través de las redes sociales de NASCAR México y que los boletos tendrán un costo de 150 y 250 pesos los cuales pueden adquirirse a través de thtickets.mx.
Por el parte el Gerente del Miguel E. Abed, Alfredo Sánchez Navarro, dijo que todo está listo para recibir la gran final y que es importante que los aficionados utilicen el estacionamiento del autódromo, para evitar cualquier percance que se originan en otros que no son de las instalaciones, por un costo de 50 pesos.
Alex de Alba del AGA Racing Team, comentó que será una carrera que puede dar para todo: “Nosotros ponemos lo que está de nuestra parte, pero siempre estamos sujetos a cosas externas, de todas maneras el objetivo es quedarnos con el campeonato para el cual hemos trabajado a lo largo del año”.
“Cuando ingresé al Team GP me sentía tan seguro que le dije a Ramiro Fidalgo que el objetivo no solamente era ganar carreras, sino también pelear el campeonato y acá estamos, ahora ya nos queda menos pero lo más importante que es cruzar primero de los cuatro que peleamos por el título”, aclaró Max Gutiérrez.
Germán Quiroga dijo que tiene una doble responsabilidad porque no solamente es el piloto del auto No. 69, sino que también es su propio ingeniero: “Hice lo más difícil que es llegar y ahora vamos con todo de óvalo poblano tengo buenos y malos recuerdos, uno que he ganado allí y el otro ver mi auto dando vueltas por el aire”.
“Es muy importante calificar en los primeros lugares porque rebasar en ese óvalo se vuelve muy complicado. Estoy muy confiado que puedo lograrlo pero no quiero adelantar nada hasta cruzar la meta, estoy acá gracias al trabajo de todo el equipo”, dijo Diego Ortíz de Mediatek.
La piloto poblana, “Majo” Rodríguez, correrá en la Challenge Series y manifestó que sigue cosechando experiencia en la categoría, aunque eso no le quita que el 9 de noviembre salga a hacer una buena carrera, porque estará frente a su público.
¿Por qué celebramos a los muertos? Es la interrogante que dio origen a Las fiestas de Día de Muertos: carteles y calaveras, libro que relata el origen de esta festividad en México y muestra imágenes de ilustradores de 15 países, como Chipre, Polonia, Irán, Cuba, Estados Unidos, Corea del Sur, Grecia, Irak y China, que dan cuenta de su colorido.
Eduardo Merlo Juárez, uno de sus coordinadores, explicó que esta obra habla del culto a los muertos desde las sociedades prehispánicas, quiénes eran los dioses, cómo participaba la gente, las creencias, el protocolo a seguir durante los cinco días de fiesta y del choque ideológico que representó la conquista para esta celebración, que aún persiste para identificarnos y unirnos como mexicanos, y diferenciarnos del resto del mundo.
Las fiestas de Día de Muertos: carteles y calaveras es coordinado por el arqueólogo Eduardo Merlo Juárez; José Luis Hernández, egresado de la primera generación del Colegio de Diseño Gráfico de la institución; y Jorge David Cortés Moreno, director de Comunicación Institucional de la BUAP.
Esta obra es resultado de aproximadamente tres años de trabajo y estuvo expuesta en el Complejo Cultural Universitario, de noviembre de 2024 hasta septiembre de 2025, así como en Casa Puebla Nueva York, en Estados Unidos. En su creación participaron alumnos del Colegio de Diseño Gráfico de la institución.
Dicha presentación estuvo coordinada por la Dirección General de Publicaciones, junto con Librerías BUAP y la Red Internacional de Creadores Visuales.